Cómo superar la procrastinación

Cómo superar la procrastinación

La procrastinación ha existido desde que existe la humanidad. Ciertamente, cada uno de nosotros ha tratado de evitar cosas importantes.

Los momentos en los que somos productivos y llevamos a cabo algo son, sin embargo, muy satisfactorios. Por tanto, el objetivo debe ser vivir estos momentos con mayor regularidad.

¿Qué es procrastinar?

Según la Real Academia de la Lengua, procrastinar significa diferir, aplazar. Así, la procrastinación es el aplazamiento de las tareas que debemos hacer o que tenemos planeadas hacer.

Ahora surge una pregunta, ¿por qué hacemos esto? En psicología se lo conoce como el "concepto de inconsistencia temporal". El cerebro humano valora la recompensa inmediata mucho más que las recompensas futuras. ¡Pero todas las metas que nos propongamos solo tendrán recompensa en el futuro! Solo apreciamos hacer algo aquí y ahora. Entonces, si llega el momento en que tenemos que decidir, siempre estamos en el presente, el futuro lo vemos muy lejos. Es por eso que el cerebro elige la opción que le ofrece satisfacción al instante.

A todo ser humano le gustaría un cuerpo delgado y tonificado en su futuro, pero, ahora mismo, quiere un pedazo de tarta.

El verdadero problema

El gran problema con la procrastinación no es gestionar nuestra actividad. Una vez que llegamos al punto de hacer lo que tenemos que hacer, nos damos cuenta de que las preocupaciones, la culpa, la vergüenza o el miedo que sentimos antes de comenzar fue peor que el esfuerzo y la energía que pusimos en ejecutar la actividad. El problema no es el compromiso, sino empezar a hacerlo.

Si queremos poner fin al aplazamiento, tenemos que hacerlo lo más sencillo posible.

¿Cómo no posponer las tareas?

Para comenzar a abordar tus objetivos más rápido, considera dos cosas:

Haz que las recompensas por iniciar una actividad sean tan buenas como las recompensas por el aplazamiento en el tiempo.

Primero, una buena estrategia para empezar antes es deshacerse de la tentación. Combina algo que sepas que es bueno para ti a largo plazo con algo que te haga sentirte bien de inmediato. Puedes ver en la tele tu serie favorita mientras haces deporte en una bicicleta estática. El ejercicio es bueno para tu salud (objetivo a largo plazo) y al mismo tiempo ves la tu serie favorita (recompensa a corto plazo).

En segundo lugar, haz que las consecuencias sean más inmediatas. Saltarte una sesión de gimnasio no te matará, pero tener el hábito de saltarse el gimnasio marca una gran diferencia.

Encuentra un/a amigo/a fiable con quien puedas entrenar regularmente en horarios establecidos. Ser responsable ante esa persona hará que sea más fácil mantener tu motivación y más difícil saltarte hacer deporte en el gimnasio sin tener una buena razón.

Conclusión

Recomendamos planificar las actividades con anticipación. ¿A qué estás esperando? Empieza ahora. ¿O prefieres posponerlo hasta mañana? :)